La Gingivitis es una reacción de las encías a una agresión, a un ataque. «gingiva» se refiere a la encía e «itis» a inflamación. ¿A qué reacciona la encía?…
El ataque proviene de cierto tipo de bacterias. La gingivitis forma parte de la Enfermedad Periodontal, proceso infeccioso de origen bacteriano.
La causa es las bacterias y ciertas condiciones que van a permitir que las bacterias lancen su ataque.
Las encías reaccionan inflamándose, llenándose de capilares lo que hace que aparezcan enrojecidas, y que sangren con facilidad. La proliferación bacteriana y los restos de alimentos en fase de degradación, dan mal aliento.
La imagen parabólica del borde de la encía sobre la superficie del diente se pierde y se torna irregular. Este borde marginal, que antes era como el filo de un cuchillo, se redondea y se abulta. Se forma como un rodete, que festonea los dientes.
Se trata de un problema de número de bacterias (carga bacteriana). La boca es un lugar muy séptico y siempre habrà bacterias. Por lo tanto, la solución no es erradicarlas sino controlar su número.
También es una cuestión de ubicación. Las bacterias que son el origen de la gingivitis, no son todas sino unas muy concretas que se hallan en unas zonas también muy concretas, los surcos gingivales.
El tema es complejo, pero en pocas palabras podemos decir que las bacterias que nos ocupan, no están en suspensión, sino que viven en comunidad en unas estructuras de arquitectura compleja, formada por unas sustancias que ellas mismas secretan. Esta estructura va creciendo y madurando con el tiempo y alberga las colonias bacterianas. Es conocida como placa dental. Hoy se sabe que se comporta como y que en realidad es un biofilm o biopelícula, lo cual le confiere unas características de resistencia y protección muy destacadas.
Esta estructura, la placa dental, al entrar en contacto con la saliva, que tranporta sales de fósforo y calcio, va captando estas sales y se va mineralizando. Esto es el sarro, el tártaro, que irrita la encías y es un nido para millones de bacterias.
Ya tenemos pués, las dos cosas que nos interesan para controlar este problema, el sarro y la placa dental.
Lo que desencadena la Gingivitis son las bacterias de la placa dental y después aparece el sarro, pero tenemos que saber que las bacterias solo atacarán a las encías si ellas juzgan que tienen un número suficiente de individuos como para tener éxito en ese ataque. Ese número es un fenómeno conocido como quorum sensing, por medio del cual las bacterias se comunican y saben que cantidad de ellas hay. Esto nos permite a nosotros establecer un tratamiento exitoso de la Gingivitis.
Mientras mantengamos el número de bacterias por debajo del quorum sensing, no tendremos gingivitis.
DETARTRAJE. Es el punto de partida. Eliminar el sarro completamente. Pero no solo el que se vé sino también el que se esconde entre la encía y el diente. Esto es muy importante. Es la profilaxis dental y periodontal.
Dejamos que actúen las células de la encía. Rápidamente la inflamación, el enrojecimiento y el sangrado desaparecen. Con el sarro, también desaparece la placa, y la encía, que posee una capacidad de recuperación muy grande, mejora de manera patente.
Segunda y última cita para el tratamiento de la Gingivitis. Ya tenemos la encía en mejores condiciones para esta segunda etapa.
COMO, DONDE Y CON QUÉ. Repasamos como funciona esta enfermedad, el quorum sensing y donde se encuentra la placa dental que más nos interesa controlar.
Las bacterias siempre están contruyendo el biofilm, por lo tanto, el efecto del detartraje del DIA 1 dura muy poco.
Esto es el centro del tratamiento: Para permanecer sin Gingivitis hay que mantener el número de bacterias por debajo del nùmero de quorum sensing. Es lo que se conoce como CONTROL DE PLACA.
En este tercer día, aprendemos qué es el control de placa y como se lleva a cabo. Revisamos que tipo de dieta tenemos y si ésta favorece el crecimiento bacteriano, y otros factores que facilitan el ataque de las bacterias.
Reviones gratuítas cada seis meses. Hay que revisar las encías y la boca en general. Es necesario ver si seguimos con las encías rosas y sin rodetes y si se nos está formando sarro.
Con el tiempo, habrá que repetir el tratamiento, porque es realmente complicado mantener siempre a las bacterias a raya. Poco a poco van recuperando el terreno perdido y acaban por poder atacar de nuevo.
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